Hola, mi nombre es Francisco Trinidad de la Cruz, tengo 53 años de edad y soy corredor.
Hoy hablaré un poco sobre mí como practicante de running. Quiero decir que no me considero un gran corredor, pero si un gran soñador. Desde los 15 años descubrí el gusto por este apasionante deporte “correr”. En la primera carrera en la que participe (16 km), llegue a la meta en el lugar 16 de aproximadamente 600 participantes. Este fue el inicio, la llama de la pasión ardía en mí, mi impulso a competir en varias ocasiones más, pero por desgracia, los siguientes 30 años dejé de correr.
En el año 2015 retomé el sueño por correr. Inicié participando en carreras de 5 km, en las que apenas llegué a la meta, pero no me rendí, seguí participando por aproximadamente un año. Hasta que me dije a mí mismo “quiero más, quería correr medio maratón”, así que busqué un nutriólogo y un plan de entrenamiento. Obtuve buenos resultados. Después de aproximadamente 22 medios maratones, me planteé la meta de correr un maratón, en ese momento ya tenía la dicha de ser parte de esta orgullosa comunidad de corredores, de quienes recibí consejos, apoyo y los mejores deseos. Después de 4 meses de entrenamiento y una profunda preparación a conciencia, competí en el maratón de León y alcancé un tiempo de 3:48 (3 horas con 48 minutos). Al correr hacia la meta, unos metros antes sentí como el cansancio desaparecía, dando paso a una emoción enorme y al cruzar la línea no fue un final, sino un inicio. Con las piernas temblando, con mi orgullo por lo alto, recibí una medalla y apunté a mi siguiente meta, correr un maratón en el extranjero. Como es el sueño de muchos, me propuse ir a correr el maratón de New York, siendo inscrito a la lotería, por una de mis hijas, en el mes de noviembre, después de eso llego la etapa más difícil, esperar. En el inter de la espera, me inscribí a maratón “Guadalupe Reyes” que organiza Run Oaxaca, en el cual se corren 26 días continuos. Del 12 de diciembre al 06 de enero recorrí en total 585.5 km, quedando en 4to lugar general en la rama varonil, para mí una gran hazaña.
El 27 de febrero del 2019, recibo la noticia de que obtuve un dorsal para el maratón de New York. Llegó la fecha soñada, salir de mi país por primera vez, viaje a una de las ciudades más icónicas del mundo a participar en el maratón más grande del mundo con más de 55 mil corredores de diferentes países. Llegando el día prometido, la emoción estaba a flor de piel, al inicio pensé que la única diferencia, era el país donde corría, sin embargo, con el paso del tiempo y los kms recorridos, me di cuenta de que no era así. La emoción era aún más abrumadora, ya sea por la cantidad de gente corriendo o las personas gritando para animar, era un mundo diferente. Cerca de la meta banderas de diferentes países aparecían entre los que gritaban palabras de apoyo, pero no eran para alguien en especial, eran para todos, incluyéndome a mí. Al cruzar la meta sostuve la bandera de México y en ese momento los kms, el tiempo e incluso el cansancio dejó de importar y solo agradecí aquella oportunidad. Me sentí como el ganador del maratón.
Después de esta experiencia, no he dejado de soñar y las metas siguen presentes a la espera de ser alcanzadas. Ahora te invito a ti, que te has dado el tiempo de leer esto, a considerar esta disciplina como una opción para mantenerte saludable y si es posible, como un medio que despierte esa pasión que llevas dentro.
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