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PILAR CAMBRÓN

La vida me puso donde estoy y no se equivocó.

Mi camino en el running comienza desde niña, cuando salía corriendo a la escuela porque se me hacía tarde, cuando iba corriendo a las tortillas, cuando jugaba al rescate en el recreo. Creo firmemente que todos nacimos corredores, solo que crecemos y lo olvidamos y después decimos frases como «no aguanto ni media cuadra», «no puedo ni 5 minutos» y yo era una de estas personas que decían esas simpáticas frases.

El asunto es que yo retomé el hábito de correr cuando llegué a Celaya hace ya 6 años, sabía que tenía que hacer ejercicio pero no quería ir al gym ni nada que implicar socializar o hablar con nadie, pues el miedo a lo desconocido me llevaba a tener estas ideas. Así que empecé caminando en un parquecito y vi que los demás corrían así que un día pensé en que yo también podía correr y empecé.

Un buen día mi cuñada me invitó a la carrera de Avon 5k, me decidí a ir por que era para mí una buena causa y pensé «si no terminó por lo menos ayudo». Nunca había ido a una carrera y me encantó la energía que se siente a la hora de la salida, cuando llegas, ame la calidez de la gente que te anima sin conocerte, así que me prometí regresar el siguiente año pero ahora a la de 10 kilómetros y así lo hice. Desde entonces una cosa ha llevado a la otra, la distancia fue avanzando y me vi siendo cada vez más fuerte y queriendo recorrer, aunque despacio, más y más kilómetros.

Hice mi primer medio maratón en la carrera organizada por Bachoco en el 2017, desde entonces he acumulado varias distancias, varios medios, incluso carreras trail y en el 2019 me decidí ir por el maratón para mí fue una prueba con una dualidad muy singular, puede ser dulce amargo, ya que es muy demandante y exigente pero a la vez cuando terminas sientes una tremenda satisfacción al vencer tus miedos, tus límites, tus inseguridades. Creo que es una prueba en la que necesitas entrenar, además de las piernas, también es necesario entrenar la mente por que en ese momento solo estás tú, el camino y tus pensamientos. Terminé el maratón e inmediatamente pensé «¡quiero hacerlo de nuevo!». En total he corrido 2 maratones, uno en Celaya y otro en CDMX. Y tengo la firme intención de hacerlo de nuevo.

Los tiempos no me interesan, creo que nunca me han interesado, yo corro por mí y para mí. La competencia siempre ha sido conmigo. Este círculo del running donde habito me ha enseñado grandes lecciones, humildad, camaradería, pasión, resiliencia, coraje. También me ha llevado a conocer grandes amistades y personas que cuando necesité se acercaron a ayudar sin siquiera pedirlo. Es por eso que agradezco siempre a la vida por que no se equivocó al ponerme en este bendito camino.

Si estás perdiendo la fe en la naturaleza humana, sal a ver el maratón.

Katherine Switzer
Pily Cambrón