LOS INICIOS.
Hola soy Sibo. Antes que nada, agradezco el espacio a Be Runner 42. A la fecha no me considero corredora por mis tiempos pero lo intentamos. Comencé corriendo por insistencia de Cerrito, mi esposo. Cada que él cruzaba una meta me animaba a que lo acompañara corriendo y no sólo de porra. Él me decía cuándo comenzar a trotar, pero al poco tiempo no podía ni dar paso por una lesión en el tobillo derecho, que después se me explicó que era una inflamación normal ya que mi cuerpo no estaba acostumbrado a este tipo de ejercicio.
MIS PRIMERAS CARRERAS.
Mi primer carrera fue una carrera nocturna en el año 2014 con salida y meta en el Jardín de Celaya, 5 kilómetros que me parecían no terminar. De ahí el gusto por el ambiente de una salida y meta, la playera y medalla del evento, continué con las carreras, tratando de mejorar y aumentando kilómetros. De poco a poco comenzamos a experimentar las carreras en cerro, que en lo personal son mis favoritas, sufro como no tienen idea porque no sé bajar, he tenido varias caídas y algunas cicatrices en las rodillas. Ese contacto con la naturaleza y salir del caos de la ciudad es maravilloso.
EL MARATÓN.
Esto viene de una anécdota de un maratón de Pepe. Yo me considero más nadadora, toda mi vida me ha apasionado nadar, años después convencí al marido e hicimos un compromiso: yo corría maratón, él hacía triatlón. Tuve un buen asesoramiento con el Profesor Gerardo Ramos del club Nat-tah-hi y eso me hizo llegar segura y no desistir en vivir la experiencia de recorrer esos 42.195 kilómetros. Comenzó desde los entrenamientos, encontrar el tiempo de realizar rutinas con tiradas entre semana de 15 kilómetros, otros días de velocidad, los domingos de fondos, trabajar, cumplir con los entrenamientos y los deberes de mamá. Mis fondos de 30 kilómetros los hice sola, dos en el parque lineal (6 vueltas a todo el parque) y otro hacia Comonfort un sábado a las 5 de la tarde, fue lo más pesado. Pepe me acompañó en la bicicleta para irme hidratando. Finalmente se llegó el día, hice más tiempo del esperado, en los fondos traía un ritmo mejor que con el que finalicé la distancia, pero en ningún momento pensé en renunciar, llegar a la meta con mis hijos y Pepe esperándome fue una gran satisfacción. Recuerdo que en los últimos kilómetros un señor me comentó “tu si traes paso maratonista” por lo lento supongo, y él mismo me dice “llévate tu medalla al trabajo mañana, para que vean que no cualquiera corre un maratón”, y es verdad, creo que su comentario es que cualquier persona puede lograrlo, pero se requiere un compromiso y tomar esa determinación de tenerle el respeto y la preparación necesaria a la distancia.
LO QUE ME HA DEJADO CORRER.
Muchos conocidos, compañeros en el medio que aumentan evento tras evento y que te dan la motivación para seguirte manteniendo activo, ha sido un espacio y punto de encuentro con mi familia, como deporte en general que nos une y nos mantiene con una buena salud física y emocional. Y sigue siendo esa simple opción de ponerte unos tenis y encontrarte contigo, salir a dejar cualquier problema, estrés, preocupación, incluso alegría.
LO QUE SIGUE.
No tengo en mente correr pronto otro maratón, mi meta a largo plazo, dos años, es un Medio Ironman (70.3 millas), justo ahora experimentar nado en aguas abiertas y acuatlones. Gracias y hasta pronto!
